"Explorando la Síntesis Visual: La innovadora residencia de Constanza Cox en Ink Project"
Constanza Cox es una artista exigente y dedicada con su trabajo.
Viene de una familia donde la expresión artística es algo cotidiano y natural. Pasó por la academia, se licenció y tituló como pintora en la Universidad de Chile, desde entonces su obra se ha transformado significativamente.
A partir del 2019 comenzó a trabajar con el esténcil: la pintura rociada del spray sobre distintas matrices u objetos y el esmalte aplicado con rodillo, configuraron formas geométricas y composiciones sin apuntar a lo mimético. Con ellas buscó generar un imaginario autónomo, un lenguaje visual personal. En un principio fue «MAQUINARIA» (expuesta en Centro Cultural Estación Mapocho), una serie de obras en blanco y negro cuya estética aludía a lo industrial y mecánico, construidas a partir trozos de tela pintadas con patrones y componiendo «máquinas» desde una lógica constructiva plana.
Hoy, al ser invitada a participar en la residencia artística N°6 de Ink Project, Constanza es emplazada a traducir su imaginario a las posibilidades gráficas de la serigrafía. Así crea y escribe visualmente su «CANTATA», un conjunto de obras que incorporan el color y donde nuevamente la repetición se hace presente, ya no solo en los módulos que configuran cada imagen sino que también en la serialización de ejemplares de obra que la serigrafía permite, donde la artista de todos modos siempre encontró maneras de salirse de regla, lo que implicó que la mayoría de las piezas resultaran inevitablemente ser obras únicas.
En la primera semana de trabajo conjunto en nuestro taller, aprendió los básicos del oficio. Desde aplicar la emulsión fotosensible en la malla, revelar los bastidores en la mesa de luz, limpiar los bastidores, hasta crear fotolitos con el computador. Todo esto en un ambiente de calidez y confianza que se fue generando con base en muchas conversaciones sobre el camino de vida de cada uno, sobre el arte y el mundo del arte, diálogos de intercambio muy nutritivos se dieron lugar desde el primer día. Ya a la semana siguiente fue que Constanza optó por crear fotolitos de manera análoga, ocupando papel diamante, cartón forrado, spray y plumones. Sin proponérselo conectó en el mismo procedimiento el esténcil con la serigrafía, dos formas de producción de imagen que comparten el mismo principio.
Para esta creación de fotolitos inicial, el papel diamante recibió el negro del spray. Como equipo estábamos expectantes y entusiasmados con esta forma de trabajar en el taller, mucha concentración mediante y varias horas haciendo pruebas de gran formato. Armamos dos nuevos bastidores de madera para avanzar más rápido.
Tras varias sesiones de juegos, cambios y pruebas, fuimos afinando los detalles para las obras que quedaron seleccionadas en esta muestra. La repetición de las matrices en las distintas series, sus variaciones de color y la superposición de capas están a la vista. Rojo, negro, naranja y gris en consonancia con el negro siempre presente, dan carácter a esta selección.
Estuvimos imprimiendo en papel blanco y ahuesado, siempre del mismo formato. Es por esto que Constanza, en una jugada arriesgada, y como toda una profesional, hizo los cortes necesarios para dar nacimiento a tres obras que se salen de la serigrafía como la veníamos trabajando en esta residencia, con la intención de romper con lo parejo de los formatos de la muestra. Así fue que cortó, unió e invirtió las serigrafías creadas, ampliando las posibilidades de deleite estético. La cúspide de este giro creativo está expresada en el pentágono armado por cuatro impresiones de una misma composición y dos de otra en su base, todas de un rojo muy saturado en intenso contraste contra el blanco ahuesado del papel. En un último giro el día del montaje, Constanza decide acompañarlo de una intervención directa a muro con spray en el centro de la sala de exposición, realzando el protagonismo de la obra y coronando literalmente con rojos ribetes esta residencia donde tanto aprendizaje compartimos.